el ombligo

Según los investigadores, el ombligo es el portal por el que nos conectábamos a nuestras madres, y el recordatorio físico de nuestro pasado evolutivo. 
Mucha gente descubre que, al principio y al final del día, ha aparecido una pequeña bola de pelusa en su ombligo. Se dice que es la acumulación de fibras sueltas. Mucha gente se mira en su ombligo en busca de inspiración y otros en busca de pelusa...
El ombligo, como otras zonas del cuerpo, es especialmente sensible. Rozar con las manos o la lengua te hará sentir auténtico placer. También una ayuda extra, como aceites aromáticos, incrementarán aún más las deliciosas sensaciones. 
Mirarse el ombligo, es complacerse, contemplándose a sí misma. Ser el ombligo del mundo, es ser el centro o la parte mas importante de una cosa.
 "Se cree que es el ombligo del mundo y no tiene donde caerse muerto"... se dice.
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Me miro el ombligo. Es perfecto, redondo, con altos, bajos, curvas. Embriaga, hipnotiza. Lo toco con la punta del dedo índice: cede apenas. Mido la profundidad, el ancho, el alto. Recorro los bordes, aprieto un poco aquí y allá. Parece más blando a los lados, más duro por arriba y por abajo. Puedo pasar horas así, días. Cautiva, mi ombligo. Quisiera mostrárselo ahora mismo a mis amigos más queridos, para compartir con ellos esta maravilla. Y a mis conocidos, y a los amigos de mis conocidos, y a los conocidos de todos ellos también. Una experiencia única. Y quisiera poder proyectar mi ombligo al Universo, para que en los lugares mas recónditos, vean asomarse mi ombligo en lugar del Sol y entiendan el origen y destino de todas las cosas y su razón de ser...