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28/9/10

Amanece Nublado


Sé que basta una palabra, un recuerdo, un instante,
para tenerte a mi lado.
Sé que superamos tiempos y espacios.


Pero hoy, amanece nublado, se respira denso,
cada aliento pesa, las palabras
se enredan en mi boca y no encuentran salida.


Hoy, amanece nublado y me canso de imaginar.
Hoy te quiero aquí, te quiero real.
Hoy... me faltas.

27/9/10

Para Tí Marcela



Camina, pero no corras
que los año
s vienen por tí.
No llores, pues vienen llenos
de augurios, de porvenir.
Despierta, que lo pasado
por siempre en ti estará
y apuesta hacia el futuro
para cumplir muchos más.



Buon Compleanno Cara Marcella !!


Tanti Auguri !

25/9/10

Quisiera


Quisiera cambiar el mundo. Quisiera un día no tener que preocuparme por ser feliz.
Quisiera dejar de correr todo el tiempo. Quisiera poder creer en los cuentos que he escrito.
Quisiera saber donde se esconde la paz. Quisiera entender lo que sucede a mi alrededor y por qué es tan difícil amar. Quisiera que me dejaran llorar.
Quisiera poder levantar mi voz, alzar mi puño y culpar a alguien más. Quisiera coger una guitarra y ponerme a cantar bajo la lluvia de mi soledad.
Quisiera gritar al viento que soy libre y que por fin, toda mi tristeza está envuelta en papel  y escondida en un cajón.


Quisiera no depender de otros. Quisiera creer un poco más en mi misma.
Quisiera soñar con que soy capaz; que tengo una familia y amigos verdaderos.
Quisiera dejar de “tener” y dedicarme más a “ser”. Quisiera caminar a tu lado.
Quisiera no sufrir más.
Quisiera... perder mi memoria para no recordar el futuro.

23/9/10

Una Vida




Cuando vivía en Valencia,
el tenía su propia clínica.
Siendo un doctor de medicina interna,
atendía a pacientes con diferentes tipos de enfermedades.
Desde un resfrío, problemas cardíacos, hepáticos, diabetes, etc.
Siempre trató de salvar vidas,
de estar pendiente de que a sus pacientes no les faltase atención ni medicamentos.
En una ocasión le bajó tanto el nivel de glucosa que entró en un coma diabético.
Entonces pasó a ser el paciente, al cual la vida no se le pudo salvar.

21/9/10

El Libro Perdido


La misma estación de siempre. Atocha. Pero como cualquier paisaje urbano, nunca es la misma fotografía, aunque sí se ven los mismos personajes de siempre.
La realidad, es que no tengo paciencia.
Me molesta estar quieta porque mi cabeza no para de pensar. A veces quisiera poder separarme de mis pensamientos por un rato.  Especialmente después de todo un día de trabajo.
Pero también tengo ganas de sentarme. Ya llega el tren, por fin.
-Permiso, me puedo sentar?-. No te preocupes, que de educada te hago la pregunta, porque si me llegas a decir que ese libro tiene más derecho que yo a sentarse...
-No, no es mío, no sé de quien es. Ya estaba acá cuando llegué.-
Me siento. Cojo mi libro y empiezo a leer. Pero no puedo hacerlo por mucho tiempo. Ese libro me distrae. No sé por qué, o sí sé, pero los libros son demasiado atractivos.
Así que estaba acá?. Sí. No es de nadie?. No. Déjame hojearlo un poco.
Sartre, "La Nausée" .A Sartre lo conozco. He leído poco de él, pero una intelectual como yo tiene que saber quién es, e incluso, tal vez citar alguna frase del libro.
Por el señalador, es de una mujer. Sí, es de una mujer, parece. La mujer del asiento de al lado dice: está en francés. Sí, gracias, sé algo de francés. No es un idioma tan sencillo.
Bueno, si no lo reclama nadie, me lo llevo. Conmigo va a estar seguro. No te estoy pidiendo permiso. Como dije antes, es por pura cortesía. No creo que conozcas otro libro más que aquellos que tienen listas interminables de nombres raros. Tú tampoco que llegaste última, no tienes ningún derecho.
Hojeo el libro; me viene bien, estoy aprendiendo francés. Las próximas vacaciones espero poder ir nuevamente a Francia .(si alguien me invita, mejor...)
Sartre. Filosofía. Algo que me produce desafío. Lo acepto, pero la verdad es que estos temas nunca los entiendo demasiado. No tengo paciencia. Sin embargo, una persona como yo no puede dejar de tener a Sartre en su biblioteca. Sí, en mi biblioteca ese libro va a encajar bien, y hasta puede ser que algún día lo lea. Sí, eso es lo bueno que tienen los libros. Lo puedes guardar y leerlo cuando quieras. Incluso a Sartre...

18/9/10

El Paracaidista


El paracaidismo es para la mayoría solo un deporte en sueños, pero para algunos es la emoción del día a día, pero también es uno de los deportes de mas riesgo en el mundo, pues por el simple hecho de que el paracaídas no abra, ya se tiene la conciencia de una muerte segura.


Desde arriba, todo se ve pequeño: los campos como figuras geométricas, las casas son como cajitas y las personas se ven como hormiguitas. Solo el silbido del viento se escabulle a través del casco protector del paracaidista.


Mientras, repasas una y otra vez la rutina, porque “un salto implica un gran trabajo mental y no hay que perder ningún detalle para tener un buen aterrizaje”. Luego de descender en paracaídas los casi cuatro kilómetros que separan el avión del área de paracaidismo, eres recibida con alegría de que hayas tenido un buen salto.


Por eso, recuerda siempre esta frase, graciosa pero real :
"Si a la primera no lo haces bien, el paracaidismo no es lo tuyo".


Si deseas disfrutar de uno de los momentos mas inolvidables de tu vida, uno de los mejores lugares en España, para realizar tu primer salto en paracaídas es en Empuriabrava, Girona (Catalunya), acompañada y dirigida por un Instructor profesional.

16/9/10

Disponible para Mi


Recién separada me sentía bien. Realmente bien. Casi podría decir indolente.
Cinco años de relación no parecían tanto como había supuesto, o tal vez, ya había elaborado el duelo en los numerosos meses de agonía.
Cuando ya nos odiábamos.
Entonces me dediqué a quemar cartas y planificar por mi cuenta aquel viaje que había pensado con él. Un viaje que, en realidad, siempre había soñado. Algunos me dijeron que tal vez no era el momento, que  viajar sola no es bueno, que Nueva York no es un buen lugar para relajarse, que lo piense, que me aferre a los amigos. Y casi lo logran. Por un momento me dieron ciertos temores, pero los vencí y ahí estaba, a full con mi misión. ¿Objetivos? Conseguir alojamiento, pasajes baratos, reclamar el pasaporte, comprar ropa de otra estación, repasar mi inglés.


Y también, me llené de actividades. A saber:
1. Clases de aerobox. Necesitaba estar en buen estado físico para mi travesía, pero además para volver a estar en carrera. ¿Se entiende? para volver a estar buena.
2. Para bajar el estrés sumé yoga una vez por semana.
3. Además sentí la necesidad de hacer algo por el prójimo y empecé a colaborar con una comisión pro plaza de mi barrio. En una de esas conocía a alguien.
Resultado. Fueron tantas cosas al mismo tiempo que terminé confundida, haciendo yoga en el baldío del barrio y hablando inglés en forma compulsiva.
La fecha del viaje llegó más rápido de lo esperado. El viaje pasó en un abrir y cerrar de ojos y sin saber cómo ya estaba de vuelta. Estuve un buen tiempo entretenida contando los paisajes de Nueva York, qué lugar me había gustado más, si me iría a vivir, aquella relación exótica, la comida chatarra, la gente...


Y volví a mis múltiples actividades, entre ellas volver a la noche, conocer gente, probarme, mirar fijo, a los ojos, ver qué tan entrenada estaba en ese ritual. Y no. Hace cinco años que no lo hacía. Estaba en otra sintonía. Una de mis primeras incursiones fué a una discoteca donde todos los hombres parecían iguales, con sus flequillos lacios pegados al frente y sus caras tristes. Pude bailar un poco, pero no interactuar con nadie.
-Bueno, este no es mi lugar pero ya lo encontraré, pensé.
Una de esas noches en una fiesta de gente moderna, por decirlo de alguna manera, me encontré descontrolada bailando un tema de moda. Y así toda la noche. En el movimiento frenético creo que voló mi billetera a algún lugar del oscuro subsuelo sin ventilar en el que estaba con mis amigos. Busqué y busqué y nada. No apareció. Ya alguien la había encontrado por mi.
Entonces, a pesar de la noche divertida que había pasado, empecé a sentirme mal. Me prestaron dinero y me volví a casa. Cuando llegué la habitación ya estaba levemente iluminada con el sol que caía sobre la cama. Esa cama que me queda un poco grande ahora y en la que duermo quietita del mismo lado, como si él estuviera todavía ahí.
Pero no está.
Y sí, pude llorar. Y lloré. Es que había perdido una billetera y...algo más.
Hacía tiempo había perdido una pareja, una ilusión, miles de proyectos y lo había logrado postergar hasta este momento.
Todavía no estaba lista para salir.
No estaba preparada.


Parece que sí, cinco años es mucho, y por más actividades, salidas y proyectos, no queda otra que dejar llover para que en algún momento pare.
Y así lo decidí: de ahora en más, por un tiempo, caminaré con el cartelito de:
"Sólo estoy disponible para mi".


* * * * * * * * * *


(in collaboration with Marisa B.)

14/9/10

La Boxeadora



Promovido como un deporte que permite perder hasta 700 calorías por clase, muchas mujeres optaron por calzarse los guantes. Es mucho más divertido que trotar al garete por alguna pista urbana y mucho más efectivo para endurecer los músculos, licuar grasas molestas y acostumbrarse a ejecutar movimientos que requieren extrema coordinación. Casi lo mismo que piensan los numerosos hombres que, sin ninguna afición previa, se arrimaron al box como alternativa drástica a la vida sedentaria.

Esta moda poco tiene que ver con la sorprendente convocatoria (varios miles de personas en un estadio Polideportivo de Madrid) para presenciar la pelea entre dos boxeadoras mujeres. Dos chicas con porte, guapeza y apodo de boxeadoras con todas las letras.
Pero no fueron las nuevas descubridoras del arte de las trompadas. Su interés por el box caduca en cuanto se dan una ducha y sólo han visto algún combate en películas y les pareció aburrido y violento.
Los combates entre mujeres, hasta que se demuestre lo contrario, apenas sobrepasan el carácter de rareza. Un buen envoltorio para el show, aunque ajeno al prestigio deportivo.

El boxeo femenino formará parte de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Las damas que se alisten de aquí en más en esta incipiente disciplina, deberán esforzarse doblemente para obtener un reconocimiento limpio de interferencias. Para imponer sus dotes atléticas (si las tuvieran) por encima del cotillón y la carnada sexista. Que haya espectáculo, claro, pero que además les permitan ser boxeadoras.

11/9/10

La Danza del Fuego


Anoche soñé con pies que se prendían con fuego. Pies con piernas ardiendo en fuego, no recuerdo las caderas, ni los brazos, ni las cabezas. Sólo pies con piernas, que querían aliviarse, zafarse de ese exagerado calor como bailando.
Yo miraba esos pies sin personas danzar frenéticamente, elevarse, estrellarse contra el piso. Miraba y me sentía la privilegiada espectadora de una función eterna.


No había peligro, el fuego era sólo un accesorio para esa extraña coreografía. No me sentía culpable por la fascinación de ese espectáculo.
Sabía que esos pies danzantes no se morirían, ni siquiera cuando yo despertase.

8/9/10

Un Día En La Playa


Lorenzo llegó a la playa antes que cualquier turista. Era la primera vez que iba a ver el mar y la ocasión merecía madrugar. Llevaba mucho tiempo esperando, ahorrando y varias horas viajando en bus desde su pueblo hasta la costa. Le habían contado que el viaje era maravilloso, que allí se podía sentir la grandeza de la tierra. Pero él, en el fondo, solo quería paz, silencio y más paz.

A los dos minutos de llegar, sintió la mano de un niño que le halaba el bañador. ¿El señor quiere una carpa? - Le tengo una con asiento para que se relaje y asolearse -.

Tan pronto Lorenzo aceptó, el niño le acercó una cerveza helada. Cuando se metió la mano en el bolsillo, el niño negó amablemente con la cabeza. Tranquilo señor, al final del día arreglamos, usted pida no más, aquí estamos para servirle.

No se había tomado el primer sorbo, cuando una mujer negra y alta se le paró al frente, eclipsándole el intenso sol que ya comenzaba a hacer efecto sobre su blanca piel.
¿Un masaje, señor?, y sin más se sentó a los pies de Lorenzo, cogió una crema verde, se la untó en las manos y le haló a la fuerza un pié sacándolo de la silla.
- Un momento -, le dijo Lorenzo con algo de temor, -no quiero, no me apetece-.
La mujer lo miró extrañada, pero luego le sonrió exhibiendo unos enormes dientes blancos como las perlas que hacían contraste con su piel negra como el carbón.

—La prueba no más. Si no le gusta, se lo dejo gratis—, y con esas palabras le hundió con toda la fuerza los pulgares en la planta del pié, presionando puntos que le hacían sentir una súbita aceleracón andrógena, algo cercano a un pequeño orgasmo.
El se estremeció un poco al sentir una mezcla vergonzosa de pudor y felicidad.
Se sentía violado por una mujer negra en plena playa, y observado por otros turistas. Era tan intenso el placer, que terminó volteando por completo los ojos y esbozando una sonrisa tonta y lejana.

Media hora después, cuando volvió en sí, Lorenzo se sentía como en un salón de estética masculina playero: en cada extremidad de su cuerpo tenía a alguien haciéndole algo. En un pié, una mujer, le hacía el pedicure, en el otro Rosario, otra joven, le limaba las durezas, en una mano un hombre delgado le ponía pulseras de coral mientras le exhibía otras decenas de collares que llevaba colgados. En la otra mano Conchita le limaba las uñas. A un lado de la cabeza, Juliana le halaba mechones del pelo para hacerle trenzas y al otro lado un muchacho le mostraba acuarelas de la ciudad antigua.

Lorenzo había llegado esa mañana a la playa buscando paz. Pero su personalidad tímida, típica del hombre provinciano, no lo había dejado decir no a nada. Por la tarde tenía gafas nuevas porque lo habían convencido de que eran las que estaban de moda. Tenía una foto en el mar al lado de todos los vendedores, un avioncito de corcho que volaba con el viento, dos kilos de bayas tibetanas para la vitalidad sexual, una camiseta que decía "El que viene a Málaga, se la lleva en el corazón", tres pulseras con los colores de la bandera y un búho en coral en vías de extinción y crema de concha de nácar. Una vidente le había leído la mano, un astrólogo, la carta astral y se había tomado 12 cervezas heladas.

Cuando metió la mano en el bolsillo para pagar la carpa y las cervezas al final de la tarde, se dió cuenta de que había gastado los últimos veinte euros que le quedaban. En ese momento algo extraño sucedió: todos los vendedores desaparecieron como por arte de magia. Era como si olieran el dinero, porque ahora que no había ni un duro, nadie le ofrecía nada. Por fin había silencio. La playa volvió a estar sola. Caminó hacia la orilla, miró al horizonte y cuando estaba en el momento más mágico de todo el día, se dió cuenta de que al final no pudo ver el mar.

6/9/10

Dinero




Arreglar los problemas económicos es fácil.
Lo único que se necesita es dinero.

El dinero no trae la felicidad,
pero en cuanto el primero se va, la segunda lo sigue.

4/9/10

El Controlador de Tránsito Aéreo





Los Controladores de Tránsito Aéreo son los encargados del tránsito aéreo de los aviones, tanto en el espacio aéreo como en los aeropuertos. Su trabajo es muy importante, ya que han de garantizar la seguridad y rapidez de las aeronaves en el espacio aéreo. El tráfico aéreo se ha incrementado notablemente en los últimos años. Sólo durante el pasado mes de junio el número de pasajeros que han volado por aeropuertos españoles ha sido de dieciocho millones.
Algunas de las funciones fundamentales de los controladores aéreos son: autorizar los aterrizajes y despegues, controlar el espacio aéreo y las pistas del aeropuerto para evitar colisiones y mantener la seguridad, dar instrucciones e información a los pilotos (bandas de aves, condiciones meteorológicos, problemas u obstáculos en la pista, etc).
24 horas al día, 365 días al año, los controladores de tránsito aéreo, de los cuales el 30 por ciento son mujeres, ayudan a guiar y separar los aviones, resguardando la seguridad de los vuelos y sus ocupantes.
El sistema ATC consta de muchas partes, entre las más importantes las Torres de Control y los Centros de Control.
Las torres se encuentran localizadas en los aeropuertos y están encargadas de mantener seguras las operaciones en tierra, así como el movimiento de los vuelos a 10 millas náuticas alrededor de los mismos.
Normalmente, el grupo de controladores de una torre de control se forma por una gran cantidad de individuos que controlan áreas concretas. Por ello, también hay distintos tipos de controladores aéreos: de tierra, de torre, de aproximación y controlador de ruta o área.
En España, ser controlador aéreo es una profesión a la que se accede por oposición. Los requisitos de entrada son: superar unas pruebas teóricas y psíquicas, los candidatos deben ser mayores de 18 años, tener un nivel C1 de inglés y estar en posesión de un título de educación superior (Licenciado, Diplomado).
Una vez superada esta prueba, se procede a un entrenamiento específico en simuladores de control aéreo.

Estos meses los controladores aéreos hemos sido noticia no tanto por nuestra profesión sino por la discusión con el gobierno por la negociación del convenio colectivo.
Ahora, una vez que AENA y USCA han alcanzado un acuerdo y los controladores lo han ratificado, deseamos que la negociación definitiva se resuelva en forma equilibrada y aceptable para todos.

2/9/10

De Vuelta !


De vuelta!! ¿Me tengo que alegrar ?... A medias. Si fuera por mí me hubiera quedado por lo menos, dos meses. No sé ustedes, pero siempre dije que debí haber nacido en unas de estas playas. Sin embargo vivo en otro lugar, en Madrid, y estoy conforme.
Las playas de Francia están sin duda, entre las mejores playas del mundo. Tal vez no sean las más espectaculares desde el punto de vista de belleza natural, pero el glamour y la sofisticación que encierra el universo costero francés, hacen que una visita a las playas francesas sea ineludible. Para mi gusto personal, las mejores son las del Mediterráneo. Una particularidad de las playas francesas es que, dada la riqueza histórica del país, todas ellas cuentan con atractivos históricos cercanos, lo que implica que una puede estar dándose un baño monumental como lo hice yo, en las playas del sur, y a unos pocos kilómetros, pude estar visitando un imponente castillo francés de la época medieval. Si deseas disfrutar de sol y playas rodeada de imponentes atractivos históricos, y en medio de los turistas mas elegantes de Europa...¿qué estás esperando? ¡Visita las playas francesas! El único problema es que si no te cuidas, seguramente volverás con unos kilos de mas y tostadita como una croqueta de atún, pero ¿Quién te quita lo bailado?.
Por supuesto que con mi "ragazzo", la pasamos de maravillas. Nos bañamos, paseamos, comimos, hicimos compras y descargamos tensiones (yo venía con muchas tensiones laborales).
A propósito de las tensiones, una mañana en la playa, me puse a reflexionar: porqué las jóvenes mujeres, debemos esperar todo un año para poder salir de vacaciones ? Deberíamos salir de vacaciones, por lo menos, dos semanas cada seis meses. Sí señoras, dos semanas cada seis meses!. Jóvenes señoras como algunas amigas y yo misma, todas en plena ebullición hormonal estrógena, necesitamos venir a estas playas cada seis meses con nuestro boyfriend, para liberar nuestra mente, descargar tensiones sin inhibiciones y luego sí, volver con alegría y frescura, con ganas de comenzar nuevamente otro período laboral, con renovados bríos y deseos productivos.
No creéis que tengo razón ?

Dixit Lucrecia Borgia