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5/5/10

El Anillo




Una frenada inesperada, un golpe seco y una extraña sensación que nunca había sentido antes. Las sirenas de la ambulancia comenzaron a escucharse a lo lejos y la muchedumbre empezó a reunirse a su alrededor entre exclamaciones de horror.
Todo había sucedido muy rápido y su mente tuvo la visión en unos segundos de los acontecimientos de los últimos meses, hasta que poco a poco se fue apagando y ya no pudo ver nada.

Lo primero que recordó fue la visita a aquella vidente, él nunca había creído en esas cosas, sin embargo María le convenció para ir, ella pensaba que si iban a casarse y empezar una nueva vida lo mejor era saber que les iba a deparar el futuro, así que él no se opuso a acompañarla. Cuando llegaron a la dirección indicada se encontraron con una casa bastante antigua y descuidada. Una mujer vieja y desdentada les hizo pasar a una especie de sala de espera, tan llena de abalorios, velas y otros objetos “mágicos” que apenas tenían donde sentarse. No tuvieron que esperar mucho, aquella mujer les indicó mediante una seña que podían pasar a otra habitación más grande pero con una decoración similar a la anterior.

La vidente les esperaba sentada tras una mesa cubierta por un tapete rojo. Sin preguntarles nada, les tendió las cartas y les indicó que barajaran por turnos, luego echó las usadas cartas del tarot sobre el tapete rojo. Una vez hecha la tirada su cara parecía contrariada, volvió a repetir la misma acción. Miró a la pareja y les dijo que lo único que veía en las cartas era que un anillo iba a marcar su destino. Camino a casa, ambos iban bromeando sobre lo ocurrido, sin embargo María pensó que quizá deberían comprar un anillo de compromiso por si acaso, y así se lo dijo a Daniel.

Estuvieron varios días visitando joyerías, hasta que un día María se quedó prendada de un anillo. Era una pieza muy antigua, según les dijo el joyero, y por eso era más caro que otros anillos. Ellos no podían permitirse pagar tanto dinero, así que desistieron en la idea de comprarlo y ya que no habían encontrado ningún otro que les gustara lo suficiente decidieron que no comprarían ninguno. Sin embargo, ella no podía pensar en otra cosa que no fuera aquel anillo, estaba más nerviosa de lo normal y empezaron las discusiones con Daniel.

Al final, él decidió que conseguiría el dinero para comprar el anillo sin que ella se enterase, eso sería una gran sorpresa y así dejarían de discutir. El día que reunió el dinero, fué a la joyería donde lo habían visto, entró y compró el anillo que iba a marcar sus vidas. Al salir, de la tienda Daniel iba pensando en la ilusión que iba a hacerle a María cuando abriera la pequeña cajita, tan ensimismado iba en estos pensamientos que cruzó la calle sin mirar.
Días después, le entregaron a María un pequeña caja que se había encontrado en el bolsillo de Daniel.

5 comentarios:

  1. Qué suerte tuvo Daniel, al ser atropellado por el coche se libró del infierno de vida que le esperaba con ese bicho de María.
    Muy bien contada la historia.
    ¿tu crees en adivnos? ¡!

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  2. Casi una profecía autocumplida. Si la vidente no les hubiera dicho nada del anillo tal vez seguirían vivos y felices...
    Muy buen relato, princesa

    Besos

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  3. Anónimo10:57 p. m.

    Lo prometido es deuda Lucrecia
    La gallina turuleta

    P.D. Perdón por el retraso Lucrecia.

    Carlos

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  4. Chon: No sé si es suerte morir para librarse de vivir con alguien. En este caso fué por querer complacerla. Yo solamente creí en Nostradamus. :-)

    Alís: Las profecías muchas veces se cumplen y otras no, para bien o para mal. Los videntes tienen gran poder de atracción para muchas mujeres. Luego hay que atenerse a las consecuencias. Besos

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  5. Carlos Fox: Muchas gracias Carlos! Muy bueno. Mas vale tarde que nunca! Besos míos y de mi mamá !

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