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6/5/13

injusticia



Miguel ha ido a última hora al supermercado a hacer compras de alimentos. A mitad de la calle, Miguel tropieza con una baldosa mal alineada y empieza a caer. Trae las manos llenas de bolsas de plástico y no atina a soltarlas, de manera que ya desde el comienzo sabe que acabará golpeándose la nariz, o por lo menos la mejilla, contra el suelo, justo al lado de esa caca de perro que se seca a la sombra de las nueve de la noche.
Mientras va cayendo le vienen a la memoria los dichos de Luis "el filósofo",  uno de sus amigos de las reuniones de café y copas en el bar: "el hombre es el único animal que tropieza"... ¿Han visto alguna vez tropezar a una jirafa? ¿O a un oso? ¿O a un leopardo?... No. "El hombre simplemente se tropieza porque no pertenece al mundo"... 
"Y porque ha entendido mal el proceso que puede llevar a la comprensión de aquello que es él mismo, y que son los otros"...
No es justo. Venía teniendo pensamientos altruístas, venía creyendo que la gente es buena, y que él mismo debía ser aún mejor para merecer un lugar en el mundo.
Venía repitiendo casi en voz alta,  tres buenas acciones que pensaba llevar a cabo ese mismo día. Discutiendo con los vecinos y los genes egoístas, suponiendo que la humanidad en conjunto puede superar la condena de la biología. Y ahora que acaba de tropezar y está cayendo, se da cuenta de que hay algo en el universo que no responde a leyes éticas, y mucho menos a un concepto de justicia.
No es algo nuevo. Siempre lo supo. Siempre se dió cuenta, desde aquella vez que se decidió a patear en el culo al peor enemigo de la primaria y le erró. De manera que ni siquiera se siente original, o cree haber descubierto algo nuevo, mientras el suelo se le acerca cada vez a mayor velocidad y ya está claro que será la nariz, la que golpeará el trozo oscuro de cemento, a centímetros de la caca aún más oscura, en este rincón del universo donde a veces no llega la luz de las estrellas.

14 comentarios:

  1. Después de conocer a Miguel me siento mucho mejor.
    Debía demandar a los municipales, ir (con la nariz rota, sangrando como un desgraciao’) y meterles un juicio por la falta de mantenimiento de las veredas, también a la señora del perro.
    Besos

    glup-glup

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  2. No serás tú quien ha puesto la baldosa mal, verdad?

    No me extrañaría.

    Besos.

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  3. Pobrecito. Sí, algo injusto es, pero algo no me cuedra, ya lo leeré mejor.

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  4. Bueno, cvreo que debería haber mirado al suelo y ver la baldosa mal ALINEADA, eso para empezar, ( hay que mirar bien que pisa uno-a),
    ¿o no? Besos.

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  5. No me parece justo comparar al pobre Miguel con esos bichos de cuatro patas. Como buen bípedo tiene que mantener en equilibrio toda su masa corporal, atento a las imperfecciones del terreno.
    En medio de todo ha tenido suerte; si llega a caerse a hora más temprana hubiera tenido que aguantar las carcajadas de los paseantes, lo que suele doler más que la fractura de naríz.

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  6. Anónimo12:41 p. m.

    Efectivamente, somos un juguete en manos de los Dioses..

    Seguiremos filosofando entre signorinas y copas.
    Cual es nuestro lugar en el espacio.
    Sin duda, insignificante, comparado con la Inmensidad del Universo..

    Un Martini , mujer afortunada?

    Beso

    Sicilia

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  7. Anónimo12:42 p. m.

    Efectivamente, somos un juguete en manos de los Dioses..

    Seguiremos filosofando entre signorinas y copas.
    Cual es nuestro lugar en el espacio.
    Sin duda, insignificante, comparado con la Inmensidad del Universo..

    Un Martini , mujer afortunada?

    Beso

    Sicilia

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  8. O como conjurar de alguna forma los efectos de una absurda caída...

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  9. y todo eso le ha dado tiempo a pesar??? yo sólo tendría tiempo de cargarme en tó!!

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  10. tropiezos los hay a diario en nosotros y a nuestro alrededor
    ellos son simplemente el cuaderno de nuestro aprendizaje

    abrazos

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  11. Muy buena forma de plantear la mala suerte, pero que nos hace ver que se puede estar peor.

    Saludos.

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  12. El tipo pensaba mucho, antes se cayó en la baldosa de su ingenuidad.

    Neso.

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  13. Puede que los animales no tropiecen dos veces en la misma piedra porque no se complican la vida, no llevan la mente en otro lugar, están en el presente, no imaginando un futuro idílico e irrealizable... quizá jaja

    un abrazo

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  14. Gracias a tod@s por vuestros interesantes comentarios.

    abrazos

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