Hacia tres años que no salía de su casa. Desde el accidente.
Mónica venia a lavar la ropa, prepararle algo de comida, ventilar las habitaciones.
Y, no sabía ella, a habitar su mundo limitado.
Tenía Internet, pero no se comunicaba con nadie. Se desilusionarían al conocerla.
Quizás por eso le pidió a Mónica que le compre el móvil.
Cosa que hizo sin preguntar, también sin saber para que serviría.
Ahora ella dividía sus días en base a las veces que venía Mónica y en los que esperaba una llamada...
Suena el pequeño móvil en sus manos... Contesta con temor y alegría
- ¿Si?
- Señora, soy Mónica, que mañana no voy a poder ir.
la verdad que lidiar con este tipo de personas es muy difícil. Mi vecina le pasa lo mismo, la sobrina viene del pueblo y la cuida todas las mañanas... pero la soledad hace que se vuelvan "bichos"¿? raros..
ResponderEliminarYo soy un bicho raro pero de ciudad jajajajjajajajaja.
ResponderEliminarBesos para ti.
mar
El aislamiento crece sin parar.
ResponderEliminarY espera...
Besos.
Qué suspicaz!
ResponderEliminarMenos mal que no sacó un cuchillo y se lo clavó.
ResponderEliminar¡Besos incisivos Lucrecia!
Juana la Loca*:
ResponderEliminarLa soledad nos convierte en personas acomplejadas y raras...
Mar*:
¿Como bicho raro de ciudad? ¿cuando vas a ir al campo a gozar de la naturaleza?
un beso campestre
Toro Salvaje*:
La soledad es un problema muy extendido y en aumento..
un beso
bixen*:
Todo lo que leas aquí es suspicaz y muy original... ;-)
un beso suspicaz
Carlos Fox*:
En realidad la señora iba a sacar un cuchillo y clavárselo al móvil. Por suerte cambió de idea... ;-)
un beso conversado
Depender tanto de una persona NUNCA es aconsejable, se pueden llegar a cometer muchas rarezas...
ResponderEliminarMenos mal que nosotros al menos tenemos blog...
Besitos!!!!
Mar*:
ResponderEliminarTienes razón. Nosotros, al menos, tenemos un blog para publicar rarezas... jajaja. ;-)
un beso familiar