Juan no podía encontrar las aspirinas. Buscó por toda la casa, pero fue inútil.
Como siempre, una ráfaga de maldiciones y juramentos se estrellaban contra las paredes.
En el cénit de la cólera gritó que asesinaría a alguien. Sabían que estas locuras sucedían cuando estaba bajo los efectos de los nervios. Una vez mas su familia, conocedora de sus ataques, empezó a buscar por todos lados para tranquilizarlo. No hubo sitio donde mano, ojo, o intuición, se lanzara con fines perentorios. Su hostilidad aumentaba mientras observaba la febril actividad, sentado en medio de la sala. No tenían cautela a la hora de revolver todo y el ruido que producían solo contribuía a alterar mas sus nervios.
Elena, su mujer, fue la única que se percató y trató de aminorar el ruido. Pero fue tarde.
Juan se levantó y se arrojó sobre ella. La cogió de los brazos y la mordió en el cuello, hasta hacerla gritar de dolor. La soltó y fué a la cocina.
Volvió con un cuchillo en su mano.
Un silencio expectante cubrió la escena. Todos contenían la respiración. Juan empuñó el cuchillo y lo alzó como para descargarlo sobre Elena. Pero en ese instante, se detuvo y miró a su alrededor como comprendiendo lo absurdo y grotesco de la situación. Entonces, soltó el cuchillo y lentamente introdujo la mano derecha en el bolsillo
trasero de su pantalón y ante el estupor propio y general de los presentes, apareció el frasco de aspirinas.
Juan, como hipnotizado, lo miró, lo abrió y sin dudar, tragó dos.
Como lo había recetado el médico anteriormente...
Creo que Juan necesita algo más fuerte que las aspirinas. Sin duda, lo llevaría a otro médico.
ResponderEliminarUn abrazo
Tienes razón. Debería tragarse tres o cuatro, dos no parece suficiente...
Eliminarabrazo
hombres... no? la histeria no es solo femenina... salu2...
ResponderEliminarlas adicciones siempre provocan dolor de cabeza
ResponderEliminar;)
abrazos y buena semana
A algunos les da dolor de cabeza. Otros pierden la cabeza.
Eliminarabrazos y buena semana
¿Ves? Después dicen que “a las mujeres siempre nos duele la cabeza”.
ResponderEliminarPor ahí leyó que una aspira diaria previene el infarto y la impotencia sexual. ¿Era así? ;)
Besos
Es la famosa historia de la histeria, que ataca a las mujeres y a los hombres con impotencia sexual...
Eliminarbesos
Como dice Alis, ese fulano necesista cambiar de médico, preferiblemente a un Psiquiatra.
ResponderEliminar¿Trasnochando Don Carlos?...
EliminarUna mala noche, Doña Lucrecia.....
EliminarEste tipo más que una aspirina necesita un chaleco de fuerza.
ResponderEliminarBesos, Lucre.
¿Lo dices por los nervios de Juan?... un minuto de locura lo tiene cualquiera. Después de todo tuvo un final feliz...
Eliminarbesos
Sigo pensando que el piloto alemán tiene razón.
ResponderEliminarDeberías disculparte con él y con toda la nación alemana.
Y también deberías como prueba de arrepentimiento cambiarte el nombre por el de Helga.
Y pedir perdón con arrepentimiento sincero en la puerta de Brandenburgo.
Recapacita.
Ya sabes, Doña Lucrecia, que hay mucho pirado suelto deambulando por entre los normales. Y tú procura tener siempre a mano en casa media docena de cajas de ASPIRINAS, y a poder ser también pildoras "dormidoras".
ResponderEliminarLucrecia , estoy un poco desconcentrada. veo aspirinas por todos lados, Un beso.
ResponderEliminarFeliz semana. :)
Es normal Amapola. El relato se refiere a las aspirinas...
Eliminarun beso
Pobre Juan, yo lo entiendo perfectamente, si no encuentro en la nevera mi tableta de chocolate, saco la motosierra y ya imaginas lo demás...
ResponderEliminarLa aspirina me da acidez.
Besos
Las tabletas de chocolate provocan histeria y oscurecen la piel...
Eliminarbesos
Yo creo que Juan debería ingresarse,voluntariamente o no, en algún centro psiquiátrico. Las aspirinas no le solucionan ya el problema que tiene.
ResponderEliminarUn beso, Lucrecia.
Gracias a tod@s por vuestros sinceros deseos de estabilidad psíquica para Juan...
ResponderEliminarabrazos y buena semana para tod@s
Juan necesita algo más fuerte que un par de aspirinas y Elena, un buen abogado jajaja
ResponderEliminarBesosssssss
Elena se ha separado y está buscando una nueva pareja que no tome aspirinas...
Eliminarbesoss
La adicción lo volvió loco signorina.
ResponderEliminarO lo tratan para la memoria o la tragedia está servida..
Venden las aspirinas en frasco???
Beso
Sicilia
Es cierto. Pobre Juan... ahora le están dando Vinpocetina, para estimular la memoria. Las aspirinas en frasco son norteamericanas...
Eliminarbaci
La adicción lo volvió loco signorina.
ResponderEliminarO lo tratan para la memoria o la tragedia está servida..
Venden las aspirinas en frasco???
Beso
Sicilia
Juan lo que necesita es que lo lleven al manicomio!! y yo le cambiaba las aspirinas por cianuro!!
ResponderEliminarLucrecia, por fin he dejado de ver aspirinas, ya solo veo el frasco.
ResponderEliminarY si te soy sincera , estoy un poco preocupada ya.
:(
Un beso. Feliz semana.
Nadie necesita aspirinas...
Un abrazo.
Menos Juan, claro¡
Amapola: por favor, no mires mas esta entrada. Vas a acabar con aspirinatosis aguda. Descansa un poco. En unos minutos voy a publicar un nuevo post completamente distinto...
Eliminarun abrazo para ti
Una buena cachiporra a este tarambana... Un abrazo.
ResponderEliminarMás que cambiar la medicación lo que necesita este hombre es, por un tiempo, cambiar de familia, de vivienda y de medicación. Tal vez, para empezar, aislarlo en un centro de salud mental sería una solución rápida y por un tiempo limitado. Después ya se vería la evolución.
ResponderEliminarun abrazo