hábitos nocturnos

Hace unos días, tomando un café con vainilla en Starbucks, mi amiga Luciana me contó que cuando se acuesta se pone de costado, mirando a la izquierda y lee un rato.
Al dejar de leer, tras apagar la luz se tiene que dar vuelta, así que muchas veces se duerme mirando a la derecha.
Pero si lee mucho se da vuelta a la derecha a mitad de la lectura, y entonces tiene que darse vuelta a la izquierda para dormir.
Y si tarda mucho en dormirse, tiene también que darse vuelta en algún momento, así que todo es posible: que se duerma habiéndose dado vuelta una vez, dos veces o tres. Incluso más.
Pero siempre mirando a la derecha o a la izquierda.
A veces se levanta a mitad de la noche para ir al baño, ver si apagó la luz de la cocina o si cerró con llave la puerta de entrada.
En esos casos su cuerpo tiene una memoria perfecta: al volver a la cama siempre se da cuenta de si estaba mirando a la izquierda, y en ese caso se acuesta mirando a la derecha, o si estaba mirando a la derecha y en ese caso se acuesta mirando a la izquierda.
Es que siempre tiene que acomodarse en la dirección contraria a la que miraba antes.
El cuerpo se lo exige, por alguna necesidad de equilibrio, o simetría, o cansancio de los músculos, de los huesos o de la cabeza.
El insomnio es una manera de hacer que el tiempo se detenga. Lo difícil es que ese logro sirva para algo.
Luciana me dijo que mañana si el insomnio continúa va a acostarse mirando hacia arriba.(de espaldas)
Si no dá resultado, dormirá en el sofá... hasta que se le reacomoden el cuerpo, el sueño y las ideas...
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Agobiada por la explicación, le aconsejé que pruebe a acostarse bien acompañada, a ver si de esa forma podría acabar con el insomnio y por fin dormir bien relajada...
Me prometió intentarlo...
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Y tú, ¿como duermes?...