Con motivo de la vigencia de la nueva Ley Antitabaco, se ha publicado una serie de reflexiones y opiniones, a las que me sumo para apoyar la ley y la crítica a los fumadores por los daños que nos ocasionan.
Fumar es un placer, al parecer. Por ello fumamos. Un placer para los sometidos a las leyes de la dependencia. No creo que alguno ante su primera bocanada de humo confirme ese placer.
Fumar es un placer, un placer nefasto. Es la forma, mediante la cual, se tranquiliza a este ahora autónomo cerebro, incapaz de seguir las recomendaciones que le dictan las enseñanzas evolutivas.
Somos capaces de almacenar dentro de la calota una información peligrosa y dañina como beneficiosa, información de la que costará desprenderse fácilmente.
"Fumar es un placer, genial, sensual...
Fumando espero al hombre que yo quiero,
tras los cristales de alegres ventanales.
Y mientras fumo mi vida no consumo,
porque flotando el humo me suelo adormecer."
Hermosa letra de un famoso tango, pero no para practicarla sino solo para escucharla...
Fumar es un placer, pero para el fumador. Quien de ahí ha pasado a exigir sus “derechos” como tal.
El tabaco es una droga y un veneno y sus regulaciones legales debieran partir de dichos hechos.
Somos libres de suicidarnos como queramos, incluso a plazos como es el caso, pero sin salpicar al prójimo, sin suicidar al resto.
La guerra contra el tabaco está servida. De unos años a esta parte, el rechazo social de los fumadores pasivos, los altos costes de los tratamientos de las enfermedades provocadas por su adicción, la amenazadora publicidad de las cajetillas y las evidencias clínicas de que perjudica de manera muy importante la salud han llevado a la siguiente conclusión: fumar es un placer muy peligroso.
Espero que luego de esta nueva Ley Antitabaco, también se sancione alguna ley contra los vehículos que contaminan el aire con el monóxido de carbono, que respiramos todos, desde los niños hasta los mayores...
No obstante la prohibición, siempre hay otros caminos. Si lo deseas, puedes fumarte tranquil@ un buen porro en Madrid o Barcelona, haciéndote soci@ de alguno de los clubes privados existentes de ese tipo, siempre que sea por razones terapéuticas, por supuesto... o no...
Pero, de todos modos, recuerda siempre que: El cigarrillo es una porción de veneno envuelto en un papel, con fuego en un extremo y un idiota al otro.
Será por idiotas...
ResponderEliminarHay a patadas.
Fumadores y no fumadores.
Besos.
como ya conté en mi blog me parece que esto lo estamos llevando a límites extraños, con la de cosas importantes que pasan en nuestro país! Si es cierto que todo llega porque la gente abusa, en mi local a un guiri no se le pasa por la cabeza entrar fumando, solo por la deferencia que hay gente comiendo, un español te fuma al lado y se queda tan pancho! creo que todo llega por que algunos no respetan nada. Yo por mí que fueme el que le de la gana....
ResponderEliminarEl ser humano es MUY propenso a las drogas NO NOS HAGAMOS LOS TONTOS alcohol, tabaco, cafeína, nicotina, pasta básica,clorohidrato, y todas son drogas sociales!! ¿cuál es la que daña más? no lo sé, sólo sé que falseqan la realidad y terminan matando
ResponderEliminarOTRO POST?
ResponderEliminarY lo de beso sorprendido?
No entendí.
Mientras escribo esto, me estoy fumando un delicioso Montecristo del Nº 4.
ResponderEliminarUn beso, reina de los cielos
Fumar es un placeeer sensual...
ResponderEliminarYo estoy a favor de la prohibición de fumar. El que quiera seguir fumando, envenenándose y envenenando a los que estén cerca de él que siga haciéndolo.
ResponderEliminarCada uno es dueño de su vida y puede hacer lo que quiera con ella, pero no jodan a los demás... ;-)
Un abrazo a tod@s
Yo creo que las prohíbiciones son una fuente de DESEO...
ResponderEliminarTe apuesto que más gente va a fumar...claro pero como tú dices en su casa o encerrado en su pieza jajaajajaja.
Igual si existen zonas distintas para fumar y para no hacerlo todo bien, lo demás me parece como MUCHO.
Besos para ti.
mar
Mar*:
ResponderEliminarEl que quiera tomar café con vainilla, que vaya a un Starbucks.
El que quiera tomar un buen vino, que vaya al Bar Dos Gardenias, en Santiago.
El que quiera fumar que se vaya a su casaaaa... ;-)
un beso
¡Bien dicho! ¡Que fumen en su casa!
ResponderEliminarRealmente me molestan los fumadores (y tengo mis motivos). Entiendo que quiera arruinar su vida, pero no por eso tienen que tirarme TODO el humo en la cara. Me sucedió varias veces y todavía no recibí disculpas por ello. En fin... por acá se han reglamentado varias leyes, pero aún falta erradicar a esta especia de unos cuantos lugares.
Un beso grande, Lucrecia!