perdido

El abuelo de Antonio se ha extraviado. Antonio hace días que está muy preocupado y ha hecho la denuncia a la policía, pero lo sigue buscando. El abuelo de Antonio también se llama Antonio. Precisamente, su madre cuando nació, le puso Antonio, en homenaje a su abuelo Antonio, o sea Antonio, el padre de ella. Pero Antonio, al paso de los años, le fue tomando antipatía a ese nombre y con sus amigos, se hace llamar Nito.
El abuelo Antonio es flaco, enjuto y aspecto de aventurero. Está jubilado, canoso, con aspecto famélico, eólico, alcohólico, de sarcástico rostro y fuma mas de treinta pitillos por día. Antonio ha preguntado a la gente del barrio si alguien ha visto a Antonio, pero nadie lo ha visto.
Cuando iba los domingos al parque, el abuelo Antonio, le decía a las mujeres que era periodista, analista, concertista de piano y otras mentiras, pero pocas le creían. Por las noches, se perfumaba y salía con una lustrosa chaqueta negra y se dedicaba a engatusar abuelitas jubiladas, envueltas en telarañas, pero repletas de dinero. El mayor problema del abuelo Antonio y que Antonio no pudo remediar, es que una vez que obtenía su dinero, el abuelo Antonio las envenenaba.
Pero Antonio, como buen nieto, lo perdonaba y por eso, lo sigue buscando.
Si alguien encuentra al abuelo Antonio, por favor, que le avise a Antonio...