Un librero denunció a Juan como ladrón de libros. Juan decía a sus amigos del bar, que, ladrones no son los que ladran, porque los que ladran, los perros, son más policías que ladrones. Sus amigos lo escuchaban con admiración.
Ladrón de libros, no es el que lee. A lo sumo, librómano. Y Juan era un librómano. Todos los días visitaba alguna librería y estaba horas leyendo libros. Un día, se descubrió en su casa un cuarto repleto de libros, hasta el techo. Juan quiso explicar que no había cometido ningún delito.
En realidad, exagerando un poco, podría llamarse, un robo cultural. Juan estaba convencido que era un librómano y esos libros eran sus amigos y al leerlos conversaba con ellos.
Había escuchado en la tele, que a esta adicción, se la llamaba "virus libresco" y que se estaba expandiendo sin control por toda Europa. Hasta que los científicos no encontrasen la fórmula para detener el virus, ningún librómano podía ser acusado ni denunciado por llevar libros a su casa.
Ahora, cada vez que alguno de sus amigos lo visita en el Hospital Psiquiátrico, encuentra a Juan leyendo algún libro...
jajaja, la verdad es que tus entradas siempre son simpáticas.
ResponderEliminarMe recuerda al hombre extraño de Silvio, que no paraba de besar y besar.
Debo ser extraño... un beso.
El que dejó de besar cuando encontró el unicornio verde...
Eliminarun beso desde la guagua
José Martí dijo que robar un libro no es robar, así que el pobre Juan es inocente. Dado el precio que tienen en argentina terminaremos todos con el virus, han pasado a ser un lujo.
ResponderEliminarJuan dirá que es mejor estar en el psiquiátrico que en la piel del que está en la piscina!
Besos
José Martí fue un gran poeta y escritor y conocía el valor de los libros y la lectura igual que Silvio Rodriguez...
Eliminarun beso sin calilla
Juan me cae bien.
ResponderEliminarLe voy a decir a Terremoto Crazy que lo proteja.
Besos.
Buena idea. Sería el guardaespaldas ideal.
EliminarUn beso para ti, Napoleón.
Algún "librómano" debe haberme visitado en casa pues echo de menos un par de libros a los que profesaba un gran cariño. Debo estar recibiendo el castigo divino por haber afanado "Citroen" y "El barco de los muertos" de la biblioteca de mi padre.
ResponderEliminarEl buen librómano no afana libros. Solo olvida devolverlos por el virus amnésico que padece...
EliminarYo a los que roban libros o no los devuelven los condenaba a 25 años de trabajos forzados en Arkansas. Qué maldición la de esos caraduras que jamás devuelven un libro o se llevan de tu casa alguno con la excusa de ......lo que sea.
ResponderEliminarLos que cogen o piden libros prestados y no lo devuelven, no son delincuentes. Solo son personas afectadas por el virus de la amnesia pasajera.
EliminarBueno, como decía El Chavo, "ya se ve que bueno es tener la conciencia tranquila..."... Un abrazo y amor, pero no paz.
ResponderEliminarLa conciencia tranquila la tenía la Chilindrina.
EliminarAmor y Paz
yo lo hubera llamado directamte chorizo!!
ResponderEliminarTú tienes unos amigos más raros......
hoy se roban los libros en el internete!!
Juan no es ningún chorizo. Solo es un apasionado de la buena lectura.
Eliminar¿ Si "librómano" es el que roba libros, "erotomano" es el que roba orgasmos ?.
ResponderEliminarAclare mis dudas, señora Francis.
Un beso encuadernado en rustica.
Hoy he recibido una carta de Flor de Luna, donde me dice que su marido es un erotómano y la ha dejado sin orgasmos y está muy angustiada...
Eliminarun beso insulso
Luz de luna, una buena pieza musicál de Carlos Santana. Si es que el asunto de los seudónimos está muy trillado. Yo diria "Flort de Luna de Medianoche".
EliminarMi duda es : ¿ el marido de tu amiga esmuy fogoso o no pasa de los treinta segundos ?.
Siga aclarando mis dudas, señora Francis.
Un beso edulcorado con el sabor que prefieras.
los libros y los libromanicos son aves raras
ResponderEliminarpero aún más raros son los que los escriben
de esos sí hay que cuidarse
abrazos
Muchos de los que escriben libros son raros, pero en estos tiempos, es raro no encontrar alguien que no escriba un libro.
Eliminarabrazo
En la adolescencia tenía un amigovio con el que hacíamos incursiones por las librerías para ver si podíamos birlarnos algún libro. Yo sólo una vez tuve el coraje y la cara de piedra de salir por la puerta con un libro -no pagado- bajo del brazo. Él se hizo una biblioteca completa y no está encerrado en ningún loquero.
ResponderEliminarNo puedo juzgar mal a Juan, lo comprendo.
Bacioni, Lucre.
(Non denunziarmi, ti prego...)
¡Ladri di libri!...
Eliminar¡I due si leggere in carcere!... ;-)
baci
jajaja tu imagonacion es inmensa
ResponderEliminarAbrazos
Leer de gratis (por no tener dinero) debería ser un derecho, pero llevárselos sin permiso y mantenerlos almacenados en su casa (como secuestrados) es impedir tácitamente que otros accedan a la misma lectura. Atentar contra la cultura es un daño incalculable. Pero robar libros sólo para leerlos (no para venderlos) hace de este, un caso especial.
ResponderEliminarSi yo fuera juez, lo sentenciaría a cadena perpetua (no en la cárcel, sino en la mejor biblioteca del mundo). Le diría que puede leer todo cuanto le plazca y que puede entrar o salir de ella las veces quiera, pero sin llevarse ningún libro.
-Me encantó leerte-
¡Saludos!
pues sabe, eu tbem ja roubei livros, em verdade nao e um roubo, e uma recuperacao ...me gustaria encontrame encarcelada numa biblioteca!!! amo teu blog! e teus comentarios!
ResponderEliminarbesos linda Lucrecia!