la niña rubia

Javier estaba en la habitación. Solo, recostado y somnoliento en el sofá, cuando un 
escalofrío invadió su cuerpo. Tuvo una extraña sensación. Escuchó un ruido extraño.
Alzó la vista y de pronto la vió.
Una hermosa niña rubia vestida con un camisón celeste, teñido de sangre. 
La misma niña que tantas veces lo había atormentado, presentándose en sus sueños. 
Ahora estaba allí. Delante de él. Llorando.
La niña dió un paso, acercándose.  Y otro mas...
Le miraba a los ojos. Por sus mejillas descendían rojas gotas de sangre.
La niña lloraba sangre.
Por fin, Javier reaccionó. Se levantó y sin saber porqué, también se puso a llorar. 
Quiso huir. No soportaba ver niñas llorando y menos ésta, la que lo perseguía en
sus pesadillas y en esa insólita situación.
Salió de la habitación y se dirigió hacia el ascensor, que estaba detenido en su piso. 
Abrió la puerta y la imagen de la niña apareció dentro, señalándolo con el dedo índice. 
Ahora sí estaba asustado...
Decidió bajar por las escaleras. Cuando estaba bajando giró su cabeza y ella lo estaba
mirando desde arriba, haciendo un extraño gesto con su mano derecha.
De inmediato Javier sintió una fuerte opresión en el pecho y todo se nubló.
........

Al otro día, lo encontraron al pié de la escalera.  Muerto.
En su mano derecha, tenía aferrada una hermosa muñeca rubia...  manchada de sangre.