Lucía miró el teléfono y aún no sonaba.
Espera un momento...
Luego de un rato volvió a mirarlo y nada...
Transcurren diez minutos...
Lo observa concentrada y con fuerza, como tratando de comunicarse con él mentalmente.
No sucedió nada.
Tal vez olvidó su número...
a veces somos demasiado ingénuos, creemos que el contrario actuaría como nosotros mismos.... Lucía debería de leer un libro, ver tv, o irse a la calle a pasear y dejar de concentrarse en el tlfn....
ResponderEliminarCuantas veces hemos esperado una llamada que nunca llegó, escuchar unas palabras que nadie pronunció.
ResponderEliminarUn beso.
Si.
ResponderEliminarClaro.
Olvidó justamente el suyo.
Besos.
Olvidar por olvidar, hay quien hasta se olvida de vivir, ¡oeaaa!
ResponderEliminarEso mismo lo he hecho yo hace unos días... ERROR!. Sabes qué hice? Llamé yo!
ResponderEliminarUn beso, majestad!
A mi el teléfono no me quita el sueño.No vivo para él
ResponderEliminarDebemos ser más inteligentes.
ResponderEliminarNo podemos pasar nuestro tiempo al lado de un aparato en espera de recibir una llamada. Si realmente le interesamos a esa persona en algún momento nos llamará. No nos hagamos presas de un teléfono, nuestra vida debe seguir adelante.
Abrazo a tod@s
Debemos ...pero no siempre tenemos todo controlado....el deseo de una llamada a veces se hace con desesperación ....otras con indiferencia...es que somos tan anormales jaja.
ResponderEliminar:)
Besos para ti.
mar
Las conexiones mentales nunca funcionan.
ResponderEliminarSi de verdad funcionaran, ya habrían llamado a Lucía y a todos los hombres, y todas las mujeres, del planeta!
Beso :)
Falta de verdadera voluntad.
ResponderEliminarQué es para la fe que hasta puede mover montañas, hacer sonar un teléfono?
Alfombra roja y caravana.