Me trajo un recorte de una revista para amas de casa.
Me lo dió con prisa. Leí:
"Según los filósofos clásicos, la Verdad última de todas las cosas se encuentra dentro del alma de cada uno".
-¿Es verdad?-, preguntó.
Miré a sus ojos, y vi sinceridad y tristeza, mezcladas e infinitas.
Me fuí, dando una excusa trivial o el nombre de un libro.
No me atreví a decirle que la Verdad , como la felicidad, no existe como tal, que la encontramos a trocitos, escondida entre las virutas de días ya muertos.
Si.
ResponderEliminarLa verdad se reconoce después.
Cuando ya es tarde.
Besos.
La verdád es un mosaico de craquelado, que vamos componiendo con nuestros triunfos y nuestros fracasos. Cuando lo hemos completado, quizás es muy tarde para poderlo corregír.
ResponderEliminarUn besote.
Muertos y vivos, luz y oscuridad.
ResponderEliminarEs la vida, nada más..........
Besos para ti.
mar
La Verdad... no, así con mayúsculas, no existe. Y si existe, no creo que podamos encontrar pruebas de ella. Todas las verdades (las pequeñitas, las que pertenecen a cada uno de nosotros) la ensucian, la tergiversan y la aniquilan.
ResponderEliminar(¿Tendré que dejar de desayunar con anís?)
Besos
Toro Salvaje*:
ResponderEliminarEl que busca la Verdad corre el riesgo de encontrarla (a veces un poco tarde...).
Besos
Rodericus*:
La astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda.
Un beso
Mar*:
El lenguaje de la Verdad debe ser simple y sin artificios...
(P.D.: Estoy confundida o tu comentario era para el post de Toro Salvaje...??)
Besos
Alís*:
La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.
No basta decir solamente la verdad, se debe también presentar pruebas de la falsedad.
(P.D: A veces desayuno café con vainilla con una princesa amiga en el Starbucks de la Gran Vía...)
Besos verdaderos