Elena de niña quería ser negra. Con la piel brillosa, labios rojos, dientes blancos, cantar blues y ser pianista de jazz.
Ella decía que los negros eran mas felices y a pesar de haber sido esclavos, siempre tenían una sonrisa en la cara, con los dientes muy blancos.
Cuando estaba en la escuela secundaria, adoraba a una famosa modelo negra y decía a sus compañeras: “siempre se va a ver más buena una negra buena que una blanca buena”.
Después pensó que era imposible volverse negra. Entonces decidió que cuando se case, lo haría con un pianista negro y tendrían hijos negros, que eran mas bonitos que los rubios de los blancos.
Cuando la abuela Rosa, la escuchó hablar de sus negras aspiraciones, casi se desmaya.
Lo consideró una loca aberración y la amenazó que si no cambiaba de idea la desheredaría. Varios años después, cuando la abuela Rosa se elevó al cielo, recordaba con nostalgia su amenaza, mientras miraba con desconsuelo el horrible juego de tazas de porcelana que le había tocado en el reparto post-mortem.
La abuela Rosa era racista. Era de piel muy clara y fina y procedía de una familia de provincia, que tenía tierras y hacienda, influenciada por las ideas de las clases sociales y los colores de la piel. Pero todo se había perdido. Y Elena había cambiado. Como el tiempo y la vida. Todo cambia. Le seguía gustando el jazz y la música negra. Como a todos los amantes del jazz. Pero solo para escucharla. Ahora tiene un esposo blanco, una casa blanca y un gato blanco. Su filosofía de vida también ha cambiado. Cuando conoce a alguien, ya no le importa si es blanco o negro. Le basta con saber que es un ser humano como ella...
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☮
Amor y paz
y yo que nunca busqué un negro me lo encontré.. y ahora tengo mulatos preciosos y negros sueños
ResponderEliminarDespués de ir todos los años de vacaciones a Cuba, tenías que encontrar uno... ;-)
Eliminarme lo encontré en el primer viaje... :P
EliminarSiempre he leido de negros que querían ser blancos, Elena merece mi admiaración por su pensamiento
ResponderEliminarAbrazos
Algunos blancos amantes de los blues, quisieran ser negros. Debe ser para poder ganar el Grammy...
Eliminarabrazos
Qué bonito texto Lucre. Hoy no voy a payasear, me ha parecido excelente desde lo literario, y no es que antes no lo fueran, sólo que es distinto. Esta parte me encanta: Ahora tiene un esposo blanco, una casa blanca y un gato blanco.
ResponderEliminarY el detalle de que sólo te tocaran las tazas, aunque de porcelana, cuando hubo una amenaza de desheredarla.
En fin…
No hablaré del tema principal, cada loco con su tema y “para gustos se han hecho los colores” dicen en Cuba.
Besos
Gracias por tus elogios que no merezco, Vivian. A veces, cuando duermo, me llegan ráfagas de inspiración. Debe ser de algún antepasado, porque mía no es.
EliminarMuackss
Era: le tocaran las tazas.
ResponderEliminarAcá no se puede corregir, veo un "te" y parece que me refiero a ti.
Muacks
Está bien Vivian, gracias. No hace falta que aclares nada. Yo te entiendo hasta cuando sueñas...
Eliminarmuakss
Es lo que sucede también con el hierro de las minas : las niñas sueñan con cosas de la vida bonitas y sin consideraciones sociales pero....... al pasar por el horno se transforman en acero duro y práctico muy util para fabricar alas de viones.
ResponderEliminarEs que antes de subir al avión, no hay que pasar por el horno, porque después en la estratósfera la piel te cambia de color.
EliminarPerfecta , linda historia con realidades, y final metáfora bella: Le basta saber que es un ser humano como ella
ResponderEliminarTodos cambiamos y algunos nos quedamos soñando
Yo todavía quisiera ser negra bella y cantar como Billie Holiday jajajaja
Casarme y tener hijos negros..ahí ya la realidad llamada menopausia, borra el sueño jajajajaja
Besotessssssssssss
Yo a veces en la ducha, canto como Billie Holiday, pero no lo hago muy seguido y trato de hacerlo rápido, para que no me cambie el color de la piel... ;-)
Eliminarbesoss
cuando se es inocente los sueños son puros
ResponderEliminarpero cuando uno crece todo se contamina y los sueños aún más y se hacen separatistas y egocentristas y cada quien vela por su metro cuadrado
no hay que ir muy lejos solo escuchar las noticias o ver la TV y el racismo sigue por lo alto mandungueando y pesando a la hora de dar un paso
el ser humano es un animal traicionero hasta de sí mismo
me encantó tu relato y ese tono sarcástico , las sociedades (personas) son pura mentira
abrazos
Ni blancos ni negros, solo jazz
EliminarEl racismo y el egocentrismo, siempre ha estado enquistado en las clases sociales, en los medios y es imposible eliminarlo. Está en uno saber mantener sus principios y convicciones humanas.
Eliminarabrazo
ojalá haya quedado el comentario, blogger y google me cambiaron la interfaz de conección
ResponderEliminarabrazos
Yo tiendo a pensar que los negros somos más felices, quizá porque como dice el tango, para gozar hay que saber sufrir. Y de tanto sufrimiento el goce es grande. Pero mejor, mucho mejor pensar que somos humanos, todos muy iguales. Un abrazo.
ResponderEliminarUstedes los negros son felices, tomando mate, comiendo asado y escuchando tangos y pensando que somos todos iguales. No sufren nada. Esa es una buena vida! :-)
Eliminarun abrazo humano, hermano!
Sí que cambiamos, sí. Yo de niña decía que de mayor sería hippy y viviría en una comuna. Casi, casi, pero no.
ResponderEliminarTodos deberíamos tener claro ese lema de somos diferentes, somos iguales, porque de eso se trata, de que todos somos seres humanos (aunque algunos menos humanos que otros).
Un beso
No te creo. Nunca vi una hippy gallega tocando la gaita. Y lo de menos humanos es cierto, porque una vez en le Camino de Santiago, he visto humanos mas bajos y otros mas altos...
Eliminarbesos
Es que no pensaba tocar la gaita precisamente
EliminarY gallega sí, hasta la muerte, pero también manda mucho en mí mi otro origen, mi lugar de nacimiento e infancia...
había un negro, tirado en un barranco que cantaba : "Quien fuese blanco, quien fuese blanco, aunque fuese catalán".
ResponderEliminarBesos autóctonos con el alma negra.
No te parece demasiada pretensión la del negro, ser blanco y catalán?...
Eliminarun beso hispano
Al menos se le quitó esa extraña manía de querer ser negra. Lo normal es que los negros quieran ser blancos, como el Jackson, que se ponía perdido de tiza. Hubo un negro que, incluso, tenía el alma blanca.
ResponderEliminarLo que siempre me ha costado entender es por qué el negro se cabrea porque le llamen por su color y al blanco no le importa. Curioso.
Mi abuela me dijo que conoció un blanco que tenía el alma (o la cara) negra, un tal Al Johnson. Se cabrean en el Africa, porque tienen que decirle todo el día: "Sí, Bwana, Sí, Bwana"...
Eliminarme preocupan más las almas negras maldadosas que los colores de pieles, la belleza y el talento se encuentra en todo el arcoíris.
ResponderEliminarHay mas almas negras por la calle de lo que te imaginas. El color de la piel no es nada. Dicen que si vas donde nace el arcoiris, encuentras un tesoro. Yo todavía no he encontrado nada...
EliminarLucre, me gustó mucho el relato, presentaste la historia muy bien, con tu toque irónico que calza perfectamente.
ResponderEliminarTambién me llegó porque cuando tenía doce años le dije a mi madre que ojalá me enamorara de un negro y pudiera casarme con él. Mi vieja me miró con horror y recuerdo que dijo que no mencionara más esas barbaridades. Había discriminación en mi casa.
No me casé con nadie de color, pero por opiniones terminé siendo la oveja negra de la familia.
Un abrazo.
No sabía que asustabas a tu madre, diciéndole que te querías casar con un negro. Menos mal que luego conociste al hijo de la vecina de la otra calle, que era rubio y tenía una oveja negra...
Eliminarun abrazo
Parece en joda, Lucre, pero es la historia de mi vida... ahora me río porque lo superé y lo cuento. Asumí que en muchos lados soy la oveja negra y no me importa.
EliminarMi marido era un lindo morocho, hijo de tana y criollo.
Otro para ti, Amapola.
ResponderEliminarNo sé si es tristeza o simplemente, alivio, saber que con el tiempo se cambia... tendrá su cara opuesta, desde luego, pero nos evita estar siempre en tensión, con la inquietud de pensar lo que me gustaría y a los demás no; con el tiempo no te preocupas tanto por lo que pensarán los demás.
ResponderEliminarun abrazo :)
al final, el color de la piel sólo depende de qué espectro cromático de la luz solar reflejamos y absorbemos. Al final, cuenta el color de lo que nos corre por dentro. Y suele ser rojo.
ResponderEliminarpd. ok condicionado para la perra sed.a falta de contacto directo te contesto in situ