La tapa de la botella de cerveza , estaba tan firmemente enroscada que, al intentar abrirla, Santiago se lastimó el dedo.
Miró su mano. Los dedos estaban amoratados. Intentó otra vez con mas fuerza.
No tuvo éxito y para peor, un chorro de sangre salió disparado desde la uña.
Aturdido, se sentó sobre el sofá. La sangre salía con fuerza de la punta del dedo, cubriendo su mano derecha.
Buscó alguna gasa o venda para cubrir el dedo. No encontró nada. Utilizó un pañuelo que casualmente estaba debajo de una almohada.
Pronto el pañuelo se llenó de sangre. Mientras miraba el pañuelo, le vino a la mente un recuerdo de la escuela. En un recreo, Silvina "la bruja" rodeada de otras niñas, estaba contando que para detener la pérdida de sangre, se debía escupir la herida y decir tres "palabras mágicas", agregando que si las palabras mágicas no eran las correctas, te podrías quedar sin sangre y morir...
Su nerviosismo y desánimo aumentaban y descartó la idea de escupir la herida, ni tampoco recordaba las "palabras mágicas" de Silvina...
En el piso el charco de sangre seguía creciendo. Con su otra mano cogió un trapo y empezó a limpiar la sangre. Al rato desistió, se sentó en el suelo y se miró el dedo.
Aún salía sangre, pero en menor cantidad.
Al principio este hecho le produjo un alivio temporal, pero un minuto después, otra idea le asaltó en la mente. ¿Y si se estuviera quedando sin sangre?...
Esa probabilidad lo atormentó.
Miraba con angustia su mano, cuando de pronto... se despertó.
Sudoroso y temblando. se levantó de la cama y fué de prisa hasta el refrigerador.
La botella de cerveza , impávida, estaba donde la había dejado la noche anterior, esperando ser bebida.
Esbozando una relajada sonrisa, Santiago la cogió con su mano derecha, abrió con facilidad la tapa, pero cuando fué a beberla, quedó paralizado por el terror.
La botella contenía solo sangre...
Joder Lucrecia... tu cabecita es digna de ser estudiada por una legión de psicólogos... claro que la mía...
ResponderEliminarBesos.
Tienes razón. Debo tener estrés laboral... ;-)
Eliminarbesos
las palabras que no recordó se le colaron como una escupida en la botella de sus sueños, el precios de soñar en realidad queriendo sin una adecuada memoria, un abrazo
ResponderEliminarSe le mezclaron la realidad y el sueño y se confundió la memoria.
Eliminarabrazo
Excelente imaginacion!! y como lo has llevado
ResponderEliminarUn abrazo
Al pobre Santiago lo voy a dejar dormir tranquilo.
ResponderEliminarNo lo asustaré mas con fantasías... ;-)
un abrazo
parece un thiler de terror..... uy! que miedo me das....
ResponderEliminarNo es para tanto... es una pesadilla mas... :-)
EliminarMierda! Es una pesadilla!
ResponderEliminarEs una pesadilla entretenida...;-)
EliminarSurpreendente! Colocou suspense em sua narrativa e amei. Bjs.
ResponderEliminarAs histórias de suspense são aqueles que mantêm o interesse do leitor... ;-)
Eliminarbeijos
¡Ay! por favor
ResponderEliminarNo te asustes Agustina, es una fantasía... ;-)
EliminarMala y perversa
EliminarEs una joya literaria...
Eliminar;-)
Y si te digo que este texto es una maravilla, ¿me lo creerías?. Créelo, es una maravilla.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Sarco. me siento doblemente halagada por tu gentil comentario. :-)
ResponderEliminarun beso
È muito desagradavel a pessoa comprar uma garrafa de cerveja e ao abri-la ter a mão machucada,porem o pior mesmo é ver que foi enganado no lugar da cerveja tinha sangue!
ResponderEliminarPara não perder o dinheiro pago na cerveja ele poderia vende-la ao Conde Dracula............por um bom preço:)))
bjs
Conde Drácula gostaria de comprar com muito prazer a Santiago a garrafa de "cerveja"... ;-)
Eliminarum beijo
eres terrible!!!! mas tu imaginacion lo perdona todo:))))
ResponderEliminaryo te admiro muchissimo!!!!
besos sin vino sin cerveza y principalmente sin sangre:)))))))))))