Sentado sobre una silla con una pata que cojea y se balancea de un lado a otro, se encuentra Manuel, apoyando sus brazos sobre una mesa cubierta de polvo. Observa el vaso medio vacío de vino tinto, lo bebe como si se tratase de un buen catador de vinos, da un sorbo, manteniéndolo unos segundos en su boca saboreándolo antes de deslizarlo por su garganta. Ahueca sus labios, tratando de dar la apariencia de calcular la calidad de la cepa, pero en realidad se trata de un vino barato.
El intento de aparentar la imagen falsa de un hombre de clase, lo lleva a realizar esa ridiculez de rito al beber un vaso de vino tinto.
Su mirada se pierde al observar a su entorno, al ver como se desenvuelve al compás de la música de risotadas y murmullos, cuya fragancia de licor es la típica esencia de este lugar.
Manuel alza su mano, palpando con su mirada a la mujer que está tras la barra. Ella se acerca con su rostro maquillado exageradamente, vistiendo una camisa blanca ajustada y una minifalda negra que realza sus blancas piernas, que parecen danzar a cada paso que da, al vez que sus robustos pechos se agitan al caminar.
Sujetando sus labios rojos como los pétalos pintados en la puerta de la cantina, lo observa esperando a que suelte palabra alguna de su boca.
Manuel ya un poco atontado, agita la mano, señalando a la mujer, que se acerque para hablarle al oído. Balbuceando levemente con su rostro enrojecido, le pide un cenicero y fósforos.
Vuelve la mujer con un cenicero en su mano izquierda, colocándolo con indiferencia sobre la mesa donde él apoya su codo, sonriendo. Coloca un cigarrillo entre sus labios y la mujer enciende un fósforo acercándolo al fumador.
Al cabo de dos horas, todo gira al interior de la cabeza de Manuel. Su mirada sin norte se adormece. Tiene la sensación de que la silla se tambalea como bailando al compás de los “salud” y el sonido de los vasos estrellándose.
Mientras que la fragancia de tinto alberga en sus fauces a hombres agotados, que brindan con alegrías pasajeras, otros dormitan apoyando sus cabezas adoloridas sobre la mesa.
Murmullos y carcajadas es como música para estos borrachos que jamás confesarán que son bebedores si no que solamente son probadores de alcohol y a mucha honra.
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Manuel va introduciendo sus manos en los bolsillos de su pantalón. Sólo encuentra un agujero en el que cabe un dedo. Mientras observa su mano izquierda, se despoja de un hermoso anillo dorado. Vuelve a alzar su mano para llamar a la mujer de exuberantes piernas y grandes pechos, que magnetiza las miradas de todos los hombres postrados en las sillas.
Ella se acerca, lo mira, coge el anillo, sonríe y se sienta junto a él...
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(in collaboration with Marisa G.)
La decadencia del borracho pobre me alucina y me dan ganas de bañarme en el tinto de su tristeza.
ResponderEliminarUn beso.
Bienaventurados los borrachos. Ellos verán doble a Dios... ;-)
Eliminarun beso
primero que bien te ha sentado el verano... estás guapísima!
ResponderEliminarcreo que por eso sigo poniendo bocatas a una pandilla de pajilleros, porque no soporto a los borrachos!
Este verano le sienta bien a todos (los adoradores del Sol).
EliminarLos borrachos son buenos. hay que entenderlos... :-)
Tus relatos son intrigantes y los llevas bien hasta el final que es un broche, en este caso un anillo
ResponderEliminarUn abrazo
El anillo le sirvió al borracho para canjearlo por un poco de "amor"...
Eliminarun abrazo
Me gusta el sutil desenlace con que rematas el relato.
ResponderEliminarSaluditos ;)
Me encantan las sutilezas y los desvaríos... ;-)
Eliminarsaludos a ti
Las fotos con cada vez mejores.
ResponderEliminarMe ha costado concentrarme para leerlo pero no me importa eh!!!
Puedes poner más fotos.
Todas las que quieras.
Besos.
No hay excusas para no leer la entrada y ¡distraerse con las fotos!... ;-)
Eliminarbesos
volatiles aires de decadencia.
ResponderEliminarque envidia!!
suerte
Sin noche no volverá a amanecer.
Eliminarsaludos
¡¡Ay que ver como son algunas cosas de la vida superflua...!! Tonterías, chorradas, egocentrismos y egoísmos puros .Todo pantalla exterior de nuestros " yo" que no los alimenta , ni el vaso de alcohol. Es la nada por la nada. Me gusta tu texto, aunque la foto no tanto. Mejor hubieras colocado un buen mancebo para deleite de las féminas. Mitad y mitad
ResponderEliminarUn abrazo
Es bueno dejar el trago, lo malo es no acordarse dónde.
EliminarLas fotos de las féminas son para calentar y joder con mancebos... ;-)
un abrazo para ti
O teu texto é excelente!!!!
ResponderEliminarEsta foto de abertura com esta bela mulher , torna impossivel prestar muito a atenção no texto.
Congratulações pelo texto e também pela foto da tigreza:)))
Beijos
Esta tigreza é você Lu ????????
Você tem que ler o post e não se distraia com fotos de tigrezas... ;-)
Eliminarbeijos
Gosto muito de suas histórias, são sempre muito intrigante.É horrível ver pessoas bêbados.
ResponderEliminarBeijos e ótima semana!
Minhas histórias são quase sempre intrigantes.
EliminarMuitas pessoas bebem para esquecer as tristezas da vida.
beijos e ótima semana para você
No. No.. con cry me a river de fondo no puedo leer...
ResponderEliminarVolveré.
Cuando vengas por mi casa, tienes que leer el post, escuchar la música, admirar las fotos y no distraerte por ningún motivo...
Eliminar;-)
abrazo
muy bien. la historia y la musica. yo perdi mi anillo hace mucho gtiempo en alguna parte., lo que no perdi por suerte fue a mi mujer. adios-
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Lamento la pérdida de tu anillo, pero me alegro por que has podido conservar a tu mujer...
Eliminarsaludos
Nunca hay que fiarse de una rubia de labios rojos y piernas largas,,, nunca!
ResponderEliminarEl vino solo debe catarse, entre amigos o conocidos, para charlar, para reír y sobre todo para beberlo.
Siempre lo bebo fresco o como dicen en mi ciudad frío, por si quiere invitarme alguna vez , signorina!
Y prefiero el crianza al reserva.
Nunca se debe invitar a la camarera, darle conversación y hacer proposiciones. Al día siguiente habrá resaca!
Un piacere su relato
Beso
Sicilia.
Sicilia: si bebes vino en exceso, siempre tendrás resaca, sea cual fuere la calidad del vino, o lo compartas con tus amigos o la camarera del bar o con quien quieras.
ResponderEliminarSi alguna vez me invitas a compartir una botella de vino, mi preferido es un buen Cabernet Sauvignon de Bordeaux...
;-)
un piacere
baci