Mirar por la ventanilla de un tren en movimiento sigue siendo todavía, uno de los grandes placeres de viajar.
La vida no es más que un viaje por tren. Salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos momentos y profundas tristezas en otros.
Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas, las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres.
La verdad es otra... Ellos se bajarán en alguna estación, dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía.
No obstante, esto no impide que se suban otras personas que nos serán muy especiales.
Llegan nuestros hermanos, nuestros amigos y nuestros amores.
Recorreremos con dificultad nuestro vagón y llegaremos a ellos, pero ya no podremos sentarnos a su lado, pues habrá otra persona ocupando el asiento.
No importa, el viaje se hace de este modo: lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamás regresos.
Si saltas del tren en marcha, nunca podrás volver a él.
Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible.
Estamos todos no trem, por alguns momentos. Entram uns e saem outros.
ResponderEliminarE é importante que, durante a convivência, saibamos aproveitar o instante, já que não sabemos se voltaremos a nos encontrar.
Bjs.
Se ha bajado mucha gente que quería de mi tren y los que viajan en él ya no me gustan tanto.
ResponderEliminarBesos.
Cada dia en algún lloc, surt el tren de mijanit. ( Cada dia en algún lugár, sale el tren de medianoche ).
ResponderEliminarEn cada estación suben nuevos viajeros, desconocidos la mayoría, otros se bajaron y queda su recuerdo, otros comparten contigo el bagón, las alegrias y las penas, y sigues deseando que ese viaje no tenga fin, pero ese tren nunca llegará al infinito.
ResponderEliminarBesos
si, pocos momentos...por desgracia...
ResponderEliminarbesos
Que bonito describes ese viaje de la vida, lo de tirarse en marcha del tren es peligroso, muy peligroso. Habrá que acomodarse dentro de ese vagón y disfrutar el viaje, aunque las ventanillas tengan los cristales rotos y sea ya un vagon muy viejecito.
ResponderEliminarBesos de buena semana.
Genial comparacion. A veces queremos parar en esas estaciones a ver si recuperamos los que se tienen que vijar. Un abrazo
ResponderEliminarMuy bueno Lucrecia,me ha gustado mucho tu comparación con la vida,creo que es muy parecida.¡Buen viaje!,y un beso muy grande ahora que ocupamos el mismo vagón aunque no el mismo compartimento.
ResponderEliminarMe ha parecido excelente metáfora, auqnue debo confesar que "algo" así me había imaginado la vida, pero nunca lo había puesto en blanco y negro; como yalo hiciste te pido permiso para llevarmelo y guardarlo para cuando alguien lo necesite.
ResponderEliminarAgradeciendo de antemano tu permiso. Te mando millones de besos
Hay que hacer el viaje agradable y si algo/alguien nos incomoda demasiado, pues cambiamos de vagón y continuamos viaje.
ResponderEliminarFeliz trayecto amiga!
Lindo texto pra refletir. Estamos todos nesse trem, o importante é tornar agradável essa viagem, convivendo com quem esta viajando do nosso lado.
ResponderEliminarBeijos e ótima semana.
Siempre me ha gustado viajar en tren, pero ha veces conlleva despedidas muy dolorosas. En todo caso, el viaje sigue ¿no?
ResponderEliminarBesos
muy bonita la metáfora.
ResponderEliminarMi tren se ha convertido en un mercancías, lento pero seguro... haciendo siempre el mismo trayecto y soñando con volver a ser ave!!! ainsss que tristeza..... jajaja
Por desgracia, no todos los trenes llevan un claro letrero en el que indiquen su destino…
ResponderEliminarAlgunos, incluso, cambian su rumbo nada más partir, y sin previo aviso.
Nunca podemos estar seguros de si el tren que elegimos es el correcto, pero quien no se arriesga, no se mueve de la estación jamás... ;-)
abrazo y feliz semana para tod@s!
Hola.
ResponderEliminarMuy buena analogía.
DE verdad me gustó.
A algunos el viaje se nos hace pesado y otros no tanto, y desde las ventanas vemos que se nos pasa la vida... en fin.
Saludos.
Cristofer.
A veces hay ganas de bajarse del tren por que la compañia apesta e incluso parece ser que el tren va en dirección contraria. Pero lo mejor de todo, es que si no te bajas, al fin acabas descubriendo que el maquinista acaba llevandote por el buen camino parando por las mejores estaciones.
ResponderEliminarUn saludo XD
Cuando te pones seria, eres ¡increíble! además de muy buena!!!
ResponderEliminarUna prosa preciosa, felicitaciones Luca...
Besitos en el alma
Scxarlet2807
una gran verdad.
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