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28/4/12

desayuno completo



Juana se levanta de la comodidad de su sillón y abre el refrigerador.
Primero coloca una rebanada de pan tostado. Lo unta con mermelada y mantequilla y le agrega jamón serrano, queso blanco y manchego y trocitos de nuez y otra rebanada de pan por encima.
Mientras, come un huevo duro y concluye su labor culinaria, preparando un aromático café y un zumo de naranja natural recién exprimida.
-Debo ser una de las pocas personas que hace una verdadera dieta sana- piensa Juana, mientras regresa a la comodidad de su sillón para terminar de acuchillar a su indefenso gatito blanco..


25/4/12

el tigre


El tigre abrió la puerta con su enorme pata y se recostó en la alfombra de la sala de estar.
Estaba oscuro cuando Clara llegó a la casa,  por eso al verlo gritó con horror...
Cuando Carlos llegó a su casa rural,  sorprendido,  encontró al tigre en la sala de estar.
Clara,  con palidez mortal y el corazón oprimido por el adulterio,  le dijo:
¿Que haremos con este tigre metido en nuestras entrañas?...
Él no contestó.
Cuando llegaron los guardias con sus redes para atraparlo,  el tigre ya no estaba ahí.
Y mientras Carlos lloraba quedo,  Clara en su cama dormía el sueño eterno...

21/4/12

sin despertar



Luis entró al cuarto y la vió. Desnuda y dormida. La sábana apenas la cubría.
Luis pensó: es mía y de nadie mas... Cerró la puerta, se desnudó y le hizo el amor.
Como si fuera a morir mañana... Estaba exhausto. Ella también...
No la despertó hasta el alba.
Entonces se dió cuenta que ya no la podría despertar mas...

18/4/12

bostezos



Quien haya conocido a Ricardo, el bostezador, es seguro que nunca olvidará el temible sonido que emitía su bostezo, prolongado y profundo, indiviso y reiterado.
Desafortunadamente, yo he sido una de esos tantos testigos que de una u otra manera le conocieron e intentaron vanamente arrojarle anfetaminas a su boquiabierto rostro.
Yo fuí esa que un mal día tropezó con él. 
Yo conocí a este despiadado sujeto que boqueando hacía helar la sangre de espanto, que emitía ese típico ruido… aquella boca e insondable garganta.
El bostezador fué un hombre que sufría de bostezos incesantes. Se agotaba en bostezos.
Bostezaba en las fiestas, en la iglesia, en las reuniones de café, en el teatro, en los entierros... 
El bostezador de reuniones, carente de discreción, siempre despierta las sospechas de los demás, pues saben que el personaje en cuestión con tal acto está dándole expansión a su aburrimiento y dándoles "puerta" a todos los presentes, sin importarle que la frecuencia cardiaca de los amigos aumente rápidamente por su osadía.
Los amigos del café le habían extendido un certificado de "bostezador oficial del pueblo".
........
Lo conocí un día cualquiera, en un lugar nada especial. La sala de espera de una Clínica Médica.
Él debía presentarse al neurólogo para una consulta médica acerca de su afección, citado a las cinco de la tarde, igual que yo...(pero con otro médico!...)
El médico se asomó desde su consultorio y preguntó quién estaba primero, momento preciso en el que Ricardo, el bostezador, estaba estirándose con la mano en alto.
Al otro día de la consulta, el bostezador falleció por motivos desconocidos, pero al siguiente día lo dieron oficialmente por muerto de muerte natural...
Nadie del pueblo faltó a su funeral. Nadie se animó a bostezar frente al cadáver...ni yo.
Me voy a dormir...

14/4/12

la escalera



A veces pienso que parecemos algo desorientados subiendo una escalera.
Lentos, con paso inseguro, pero avanzando.
Nuestra escalera de la vida.  ¡Cuánto cuesta subir un escalón!
Por muy seguro que crees que vas,  los tropezones se suceden...
Afortunadamente, muchas veces está la barandilla de gente que te quiere para que te apoyes.
De niños, jugábamos a bajar de espaldas por la barandilla de la escalera, hasta que te caías.
Ahora, a nuestra edad, no es aconsejable, intentarlo.
La vida es como una escalera: si miras hacia arriba siempre verás a gente en mejor posición que tú, pero si miras hacia abajo, verás muchísima gente queriendo estar en tu lugar...
Conclusión: cuando subas por la escalera mira solo para arriba...
y ten mucho cuidado cuando bajas, si miras para abajo...


11/4/12

el espejo


Hace unos días me desperté y me pregunté: ¿cual será mi espejo?
Lo busqué en el cuarto de baño y no lo vi, lo busqué en mi bolso, en el salón y la habitación, pero tampoco lo encontré.
Llamé a una amiga y le pregunté si lo podía buscar en ella, me dijo que no sabia, y me di cuenta de que en ella no lo iba a encontrar, entonces seguí buscando... Miré fotos, leí libros, lo busqué en aquél novio que alguna vez me dijo que me amaba y no lo encontré.
La miré fijamente a mi perra Rita y le pregunté: ¿donde esta mi espejo?. Salió corriendo. 
Creí que nunca lo iba a encontrar. Pero volvió, volvió con aquella foto que mamá puso en el portarretratos gris.
En el cristal de aquel portarretratos que me reflejó y dejó de ser el feo, encontré por fin mi espejo.
Si tú crees no saber quien eres, o simplemente necesitas un buen espejo en el cual mirarte todos los días, no lo dudes, búscalo, pero búscalo muy dentro tuyo.
Cuando lo encuentres, no lo vas a volver a perder.

7/4/12

Pablito en el ascensor (X)


La mañana era algo fresca. Pablito caminaba por la vereda donde el sol entibiaba un poco su cuerpo.
Estaba llegando al edificio donde vive.
Detrás, escucha el sonido de unos tacos femeninos. Se detiene y la deja pasar. Es una hermosa chica rubia. Apura el paso para no perderla de vista.
Casualmemte entra al mismo edificio donde el se dirigía.
Ella sube al ascensor y él rápido detrás de ella.
-¿Piso?
-Sexto, gracias.
Pablito, nervioso y por mirarla, presiona el octavo, pero luego y con una sonrisa forzada, se rectifica y pulsa el número seis...
Parecía que el ascensor subía mas lento.
-Veo que estás algo apurada, no?
-Si, llego tarde.
-Bueno, seguro que es la primera vez, no?
-No -dice riéndose- No es la primera vez.
-Será la última, seguramente.
-Lo dudo. -dice sin dejar de reir.
-Tienes una sonrisa hermosa, espero verte seguido, que tengas un buen día.-le dice Pablito.
-Gracias, igual para ti -dice ella.
Pablito regresa y desciende en el tercer piso y entra en su casa con una sonrisa.
Piensa en ella todo el día...

4/4/12

Sorpresa real


Un sapo asustó con su croar a la Princesa, que pasaba cerca del pantano.
-Princesa hermosa -le dice-, por favor, dame un beso para poder romper la maldición que me aprisiona...
-¡Nooo! Besar a un sapo, ¡que asco!...
La princesa aplasta al sapo de un pisotón.
Sorprendida, exclama: ¡Qué raro, el sapo tenía sangre azul!...